Islandia en Septiembre

Islandia es un destino muy interesante para quienes buscan diversidad en sus viajes. El país cuenta con muchos paisajes extraordinarios, atracciones naturales y actividades que se adaptan bien a cualquier itinerario. Por eso, es parte de los sitios más visitados cada año y no es de extrañarse que cada vez más sean las personas que deciden visitarlo.

Te contamos lo que necesitas saber para visitar Islandia en septiembre.

Tabla de Contenido
  1. Clima en Islandia durante septiembre
  2. Razones para visitar Islandia en septiembre

Clima en Islandia durante septiembre


El inicio del otoño siempre es más cálido que el resto de año. Islandia en Septiembre le da la despedida a lo que queda del verano y comienza a dar inicio al otoño donde los días comienzan a tener menos duración y las temperaturas alcanzan entre los 0ºC y 10ºC, como en la primavera.

El otoño está caracterizado por ser una estación bastante lluviosa, donde además, el viento es mucho más afluente y frío. Las hojas doradas y el viento agitándolas hasta caer, es una de las imágenes más hermosas del año.

Lugares como las cataratas de lava Hraunfossar, comienzan a perlarse con un manto de nieve y forma uno de los paisajes más memorables del país. La lava, el contraste de colores y el frío anuncian la pronta llegada del invierno.

Razones para visitar Islandia en septiembre


Septiembre es uno de los mejores meses si se quiere evitar la afluencia de los turistas y visitas algunas zonas en total tranquilidad. Al dar comienzo al otoño, los paisajes son dignos de fotografiar y rememorar. Las noches comienzan a tener mayor duración hasta el mes de marzo, por lo que hay mayor probabilidad de ver la aurora boreal.

Se considera la estación de las auroras boreales el tiempo entre septiembre y marzo cuando el sol de medianoche desaparece y las horas de oscuridad comienzan a ser más duraderas. Si tienes suerte, puedes encontrarte con un máximo solar como el de 2013, que realza este espectáculo visual.

Septiembre es el último mes del año para ver a los famosos frailecillos antes de que migren. Además, por ser temporada baja, los precios de los alojamientos son mucho más económicos.

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